“La culpa es mía, por estar poniendo ultimatums a la ligera. Ahora me siento responsable”. Con estas palabras el depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, abrió un emotivo discurso durante el funeral de Peludinho, el peluche de la hija del embajador de Brasil en Honduras, que se quitó la vida de un disparo en la cabeza el día de ayer.

“Apenas pisé la embajada, Peludinho y yo establecimos un nexo especial, único. Él me ayudó a trazar la estrategia para mi retorno. Y ayer estuve sentado a su lado todo el día, sin darme cuenta que él… bueno, que él ya no estaba con nosotros” afirmó Zelaya, mientras se quitaba el sombrero como muestra de respeto.

Fuentes de la embajada de Brasil en Tegucigalpa confirmaron a El Chigüire Bipolar la existencia de una nota, en la cual el peluche explicaría los motivos que lo llevaron a quitarse la vida. En la nota, el peluche afirma que presenciar las últimas teleconferencias entre Zelaya y el presidente venezolano era, en sus propias palabras, “más de lo que cualquier juguete podría soportar”.