En lo que expertos consideran es uno de los momentos más tristes de los que se tenga memoria en la televisión venezolana, anoche justo después de las 12am, Mario Silva, presentador del programa «La Hojilla» de Venezolana de Televisión, asesinó con sus propias manos a un oso panda en vivo, como medida para ver si todos dejan de hablar de Pérez Pirela.

En una entrevista que nadie creía posible, logramos enviar a nuestro pasante subpagado vestido de hombre rana a la isla secreta del Mar Caribe donde se ubica el estudio-bunker de Mario Silva. “Era el momento de romper el silencio, no podíamos seguir perdiendo en los ratings y en el Twitter sin dar una batalla. Desde que vi al Pérez Pirela ese, no me gustó para nada. Llegó con su actitucita, su camisita de oligarca bien planchada, sus lentecitos mariquitos trasparentes y el gorrito ese dizque de ‘filósofo’, ¡pffffff! No entiendo cómo ahora todos hablan es de él, en Noticias 24, en La Patilla, en Noticiero Digital, en Twitter, ¡todo! Hasta el Ciudadano pasa videos de él, a mí me dejaron en el olvido y primero llegó el lunes que el miércoles… o como quiera que se diga. Cada noche se me hacía más difícil hacerme relevante. Anoche, por ejemplo, le dije ‘malnacido hijo de puta’ a todo el mundo: a Capriles, a Diosdado, hasta al Doctor Eladio y nada… nadie dijo nada. Ni un piche hashtagcito me dedicaron. No me quedó otra que hacer algo radical, llamé a Rafael Ramírez a China, que se la pasa allá ahora, y le pedí que me mandara un oso panda, y lo asesiné en vivo y directo, despellejaíto con mis propias manos ¿Así sí les gusta, no? ¡Sádicos, eso es lo que son! Puro morbo es lo que los mueve a ustedes, gusanos apátridas de los medios privados” comentó Mario Silva mientras aseguraba que no se peleó con Amorín sino que “se dieron un tiempo”.

“Ahora sí apareció mi nombre en todos los periódicos otra vez, pero me dijeron que esto no durará mucho tiempo. Según mis fuentes en el canal, parece que Pérez Pirela prepara un performance erótico con unas bailarinas suecas y mucha sangre de unicornio; eso sí es innovador, pero no importa, me mantendré fuerte y veré qué hago. No puede ser que hasta las teorías de conspiración me las está robando el malparido ese, la otra vez dijo unas pistoladas sobre un mensaje magnicida en los obituarios y como en tres segundos llegó a Trending Topic ¿Sabes cuándo fue la última vez que yo pegué uno? ¡No me acuerdo! ¡Es que estoy viejo y seco! ¡Ya no soy relevante! ¡Ayúdenme, por los clavos de Marx!” Culminó el presentador, mientras lloraba tristemente a los pies del pasante subpagado, quien tuvo que salir cuando Silva empezó a hablar como bebé y pedir por su “Mantichávez”.