El día de hoy, la cancillería de Venezuela emitió un contundente comunicado mediante el cual, invocando una larguísima tradición republicana de respeto a la democracia y a los derechos humanos, rompía relaciones diplomáticas y de todo tipo con el gobierno de Siria, hasta que no cesaran los disparos y los bombardeos del ejército de ese país contra su población civil. Claro, esto es un chiste: todo lo leído aquí hasta ahora es ficción, así como lo que leerán a continuación.

«Nosotros, fieles herederos de la vocación libertaria de nuestro Simón Bolívar, rompemos de inmediato cualquier tipo de relación con el régimen sanguinario de Bashar Al-Assad, hasta que no acepte algún tipo de negociación que ponga fin al derramamiento de sangre de civiles inocentes en las calles» afirmaba el comunicado, que no dejaba lugar a equívocos, especialmente porque fue pasado dos veces por el corrector de ortografía y gramática del Word por su redactor, el canciller Nicolás Maduro. Segundos después de leída esta dura frase, el mismísimo Canciller sacó una torta de crema del podio y se la pegó a sí mismo en la cara, para evitar que alguien pudiera dudar que todo el comunicado es un chiste y que sería incapaz de estar hablando en serio.

Después de hacer un juego de palabras bien vulgar entre Damasco, capital de Siria, y la oposición venezolana, a quienes acusó de «dar asco» (les advertimos que era vulgar el juego de palabras, pero no olviden que todo este comunicado es un chiste) el canciller ordenó retirar a su embajador en Siria y a todo el personal diplomático en ese país del Medio Oriente, a la brevedad posible. «Como ya lo hicieron otros países, el valiente pueblo venezolano, amante de la libertad y enemigo jurado de la opresión, no va a convalidar con su presencia diplomática a este baño de sangre, perpetrado por un líder que se empeña en permanecer en el poder por 12 años desconociendo la voluntad de cambio de su pueblo». Ya, eso es todo. No creemos que nada de esto vaya a pasar. De eso se trataba el chiste, de hacer un paralelismo absurdo entre la realidad y… Ya, en serio. Eso era el chiste, no lean más que no hay nada más. Vayan a ver «A que te ríes», si quieren seguir divirtiéndose.