El Chigüire Bipolar envió a sus pasantes malpagados a las escuelas, para ver de primera mano las reacciones de padres, maestros y estudiantes ante el comienzo del año escolar y la aplicación de la recién promulgada Ley Orgánica de Educación.

De esta manera, pudimos hablar con la señora Mariela Rondón, madre de dos alumnos en el Santiago de León. Reconoció no haberse leído la ley aún, y no saber de qué iba, pero le parecía “terrible, una cosa retrógrada, espantosa” y prometió asistir a las aulas, junto con sus hijos, para cerciorarse que no iban a “lavarles el cerebro o algo así”. Su hijo Alfredo, de 14 años, nos dijo que estaba “asombrado” del estirón que se había echado Marianita en las vacaciones “y de los coquitos que le habían salido”.

El señor Andrés, encargado de la cantina en la Unidad Educativa Santa Elena, afirmó tener emociones encontradas por el regreso a clases: “implica volver a trabajar, y volver a encontrarse con gente amiga; pero también significa tener que cambiarle el aceite a la freidora, este apenas tiene 3 meses, me da dolor”.

Por su parte la señora Magaly Frías, profesora de Historia en el Colegio Cristo Rey, afirmó que “el problema no es político, sino que a los profesores no se les paga lo correcto”. Rechaza de plano la ideologización y la política en las aulas: “eso es algo que Dios no perdonaría”, dijo, mientras aprovechaba la oportunidad de mostrarnos unos perfumes, unas carteras y unos anillos de gold-filled, “para pagarlos en dos, tres cuotas”.