Tras prometer cambiar sus estilos de vida en el 2014, se reportaron miles de venezolanos que empezaron el año comiendo sobras del 2013. Según se reportó el día de ayer en una investigación absurda y banal, típica de personas que son obligadas a trabajar un 2 de enero, esta tendencia se repitió en todo el territorio nacional.

Nuestro pasante subpagado «entrevistó» por Messenger a un grupo de sus amigos y llegó a esta interesante conclusión que demostraría, entre otras cosas, que esta resolución no tuvo ni siquiera un día de duración. «Pana, yo me dejé de pendejadas; el 31 a las 12 me dije que el 2014 sería un año de cambios, me prometí a mí mismo que sería un nuevo yo; mejor, distinto y sin nada del año pasado. Pero aquí me tienes, ayer desayuné, almorcé y cené con el pernil y la ensalada de gallina que sobró del 31. Igualito comenzó el 2011, estuve comiendo sobras como una semana entera. Tanto así que la última semana de enero la pasé en un hospital y todo. Nunca debí comerme esa hallaca en abril.» afirmó Julio Sarmiento, primo de nuestro pasante, a través del chat de Gmail.

«Mijo querido, antes que nada, feliz año. Ajá, sí, yo lo decreté. Me dije a mí misma: Mi misma, tienes que cambiar, que este 2014 va a ser totalmente distinto.» comentó la tía Susy, única persona viviente que aún usa el Messenger en la Gran Caracas. «Apenas le clavé el primer mordisco a la arepa con pernil sobrado, supe que allá había rodado ese propósito. A ver si algún día de estos me lo dejan salir temprano de la oficina esa, para que venga por aquí y pruebe los bollitos. Le tengo guardado dos desde el 15 de noviembre. A ver si cuando viene me vuelve a enseñar eso de las caritas.» dijo la tía Susy, anclándose mucho más en lo que siempre ha sido ella.