El alcalde metropolitano y precandidato presidencial, Antonio Ledezma, caminaba por el barrio La Dolorita cuando de repente se vio inmerso en una multitud que, según su inocencia, eran sus seguidores.

“Coye, estaba buscando el Taller de Jairo, y sin darme cuenta, una multitud se me unió. Todos gritaban consignas y palabras que sonaban a Ledezma, no estoy totalmente seguro, pero los gritos iban por ahí. Luego izaron unas banderas rojas con mi cara, bueno, en realidad estaban medio mal impresas porque me parecía un montón a Chávez, jajaja que loco, chico.” Explicó Ledezma mientras un motorizado lo empujaba fuera de la movilización.

La señora Josefa Gutiérrez, vecina del barrio, explicó lo que realmente pasó con el precandidato presidencial. “Ay, esito. Realmente estábamos haciendo era una caminata santera-católica-ortodoxa por la salud de Chávez y el Ledezma este se metió. Empezó a gritar sus consignas pensando que estábamos con él. Luego se montó en unas escaleras y se puso a dar un discurso; ¡me dio una pena ajena! Todo el mundo siguió con la caminata y Antonio se quedó sólo, luego nos gritó a todos y que para apoyarlo siguiéramos por una de las bajadas, pero nadie le hizo caso y se fue a una panadería a comerse un cachito.” Afirmó la señora Gutiérrez mientras le pagaba el cachito a Ledezma porque le faltaban 2BsF.