Una intensa sesión se llevó a cabo ayer en el hemiciclo de la Asamblea Nacional. ¿El motivo? Una propuesta de la diputada oficialista Iris Varela, para reformar el calendario oficial y añadir, al menos, un Carnaval, una Semana Santa y una Navidad más. «Todo el que alguna vez ha estado sentado en estas sillas sabe lo valioso que es el viernes justo antes del feriado para anunciar una medida impopular, o una sentencia que genere indignación. Fíjense: ayer sentenciamos a los PM, y no pasó nada, todo el mundo en la playa. ¿No es perfecto?».

Una salva de aplausos rompió, ahora sí, el silencio de la Asamblea. Prosiguió la diputada Varela: «Luego de los feriados de junio y julio, tenemos un largo vacío hasta el 12 de octubre. Por allí, por agosto, podemos poner otro Carnaval. Para esa época calculamos que podemos estar agarrando a Rosales. Y a finales de Septiembre podríamos crear un año nuevo alterno, así quizás podemos cerrar algún medio de comunicaron sin que nadie se queje”. Aplausos.

Otros diputados se sumaron con entusiasmo: «¡Una Semana Santa en Noviembre sería un palo!» «¡Una navidad en mayo sería perfecta, ese mes tenemos un solo día libre!». De inmediato alguien sacó un pizarrón donde se veía una lista con los enemigos políticos que han caído y los que faltan, y calcularon que la aprobación de estas medidas permitiría afianzar más rápido aún el proceso, por no hablar de los beneficios económicos que dejaría el turismo: «Aprobamos esto y en un año tenemos la calle libre de oposición, Eso sí, el momento de aprobar esto es ya, compañeros: falta un par de años para la próxima elección, es una buena temporada para las acciones impopulares». Alguien dijo que, una vez aprobados los feriados extras la popularidad del presidente podría subir hasta un «98 ó 99%»

El júbilo se apoderó de la sala: «¡Qué no se diga que aquí no se trabaja!» afirmó un diputado mientras revisaba su última partida de Carta Blanca.

EC.