Mesonero recibe castillo de propina
Humberto Ochoa, maracucho que en sus tiempos libres se desempeña como mesonero, jamás imaginó que al buscar una mejor vida en Inglaterra terminaría dueño de un castillo.
El marabino tenía apenas tres meses en Gran Bretaña cuando fue contratado como mesonero en una de las agencias de festejo más prestigiosas de Londres. El mismo Ochoa nos contó los sucesos que lo llevaron a ser dueño de un castillo: “Bueno, yo estaba trabajando en la agencia de festejos, entonces nos contrataron para la boda real ¿ve? Una chambita fina, el día de la boda me tocó atender al Duque de no sé que vaina, un viejo de bigote que andaba con una señora mayor ella, yo lo resolví, le di tequeños toda la noche, no dejé que el vaso se le quedara sin guisky, incluso le cuadre un centro de mesa a la doñita, al final de la noche el señor me llamó aparte y me dio un papel todo viejo. Pana, yo me agarré un arrechera, todo el día trabajando como un burro y al final el viejito me da es un papel todo vuelto leña” explicó Ocho.
Al preguntarle c’omo se había enterado de la obtención del castillo, el mesonero explicó que fue un compañero de trabajo quien le hizo notar el suceso: “Si vale, yo le mostré a Davis, un colega que es barman, le mostré el papel y fue él quien me dijo que el viejito me había regalado sendo castillo, no es muy grande, tiene solo 28 habitaciones, la cuales pienso alquilar, un calabozo de torturas donde quiero poner un bar de rock, un lago que lo rodea, donde pienso poner unos barquitos como los del Parque del Este y unas caballerizas donde pienso colocar una tienda Gin, ya palabrie la vaina” afirmó Ochoa mientras nos mostraba un plano del castillo.