Luego del fuerte terremoto que azotó Japón y que afectó gravemente la infraestructura nuclear del país asiático, el Presidente Chávez anunció que Venezuela planea construir su primera planta nuclear… sí, es el chiste en esta nota, no hay que esforzarse mucho.

El que Venezuela quiera construir y mantener una planta de generación eléctrica con energía nuclear es tan absurdo como que Gadafi gane el Nobel de la Paz. Un país que no ha podido limpiar un río de mierda que atraviesa la capital a pesar de que lleva varios años prometiéndolo, un país cuya contaminación per cápita está entre las más altas del mundo de repente quiere ser responsable de una planta que podría dejar a los venezolanos con 8 ojos, 3 piernas y el cabello enmarañado con lagañas.

Según Ricardo Manrique, Viceministro para el desarrollo endógeno popular de la energía nuclear inscrito dentro del Viceministerio para la creación de infraestructura descontextualizada, Venezuela está más que lista para tener una planta nuclear: “Ya mandamos a hacer las vallas y todo, dirán ‘Con Chávez, el pueblo se vuelve atómico’, las importamos de una fábrica arrechísima en Boston, pero eso es lo que tiene a este país en el atraso, fíjate que si tuviéramos una planta nuclear no tendríamos que estar importando nada, con la energía nuclear se pueden generar cosas grandiosas para un país, como por ejemplo superhéroes, los gringos si pueden tener un Hulk, unos Hombres X, pero el pueblo acá no puede acceder a eso, que si vamos a ver sería la respuesta definitiva para el tema de la delincuencia en el país, un buen Hulk nuclear adscrito a la Guardia Nacional” afirmó el Viceministro mientras se sentaba a ver un capítulo de la Hormiga Atómica para informarse más sobre el tema.

Decidimos consultar con Reopordo Plopez, candidato a las primarias de la oposición, quien afirmó que las prioridades de Venezuela son otras: “Acá no necesitamos una planta nuclear, acá lo que necesitamos que yo sea presidente, luego podremos hablar del tema de una planta, una planta nuclear realmente democrática y gestionada por el pueblo con la ayuda de personal capacitado en el extranjero, necesitamos es una fábrica de dignidad, de estado de derecho, de valores, de juguetes para los niños, de…” enumeró el candidato mientras lo dejábamos hablando solo.