El presidente de la Asamblea Nacional, Diputado Fernando Soto Rojas, demostró desde muy temprano que no permitirá que la Asamblea Nacional se le embochinche. Y es que hoy se estrenó dictando una fuerte medida disciplinaria a la opositora María Corina Machado, que fue suspendida hoy por una semana de sus obligaciones como diputada luego que fuera descubierta saboteando la foto de su carnet.

«La diputada Machado fue cacturada (sic) in fraganti haciéndole mueca y morisqueta a la cámara. Por esa razón, decidí suspenderla por una semana de sus labores, pa’ que sea seria» dijo Soto Rojas, a través de un intérprete, mientras preguntaba a un mesonero de una tasca cercana al Capitolio si no podía ponerle unos manicitos «manque sea, porque el filo aprieta, mi llave». Luego de ello, Soto Rojas prosiguió: «¿Para esto quería la oposición llegal a la Asamblea? ¿Para irrespetar la majestá de este cuelpo legislativo? ¡No jose!»

La diputado Machado afirmó que su conducta fue «inexcusable» y que desconocía por qué había reaccionado de esa manera: «Bueno, o sea, me tocará quedarme suspendida una semana, ¡qué pena! Yo que venía fa-ja-dí-si-ma a hacer leyes para favorecer a todos, pero me traicionó el subconsciente. ¿Será que me dejarán borrar la foto? Después queda una con esa foto rodando por ahí, como de niche de Hi5, ¡qué vergüenza!» dijo Machado, mientras respondía un mensaje de texto a su diputado suplente Ricardo Sánchez, que se encontraba haciendo un examen sorpresa, con la respuesta a la pregunta «¿Cuál es la capital de Venezuela?. Machado hizo un gesto con la cabeza, como tratando de entender a quién se le había ocurrido poner a Sánchez como su compañero de fórmula, y prosiguió: «Chamo, y eso que no viste la cara que puse cuando me tomaron la foto con George Doble Bush. Me quedó doliendo la mandíbula como media hora. Es como un tic, un reflejo, ¿sabes?» le dijo a nuestro pasante subpagado, mientras revisaba una guía gastronómica del centro de Caracas buscando un restaurant de al menos una estrella. «Es algo inconsciente, amigo. Me pasa la mayoría de las veces. Porque somos mayoría, ¿sabes? Mayoría. ¿Te saqué la lengua? ¡Ay, perdón!»