Uva mutante se come a 12 personas
En horas de la noche y en medio del regocijo que acompaña la llegada del año nuevo, Uvorio -la uva mutante maldita- emergió de las sucias cloacas para llevar a cabo la venganza que habría prometido siete años atrás, cuando sobreviviera de la masacre en la cual murieron once de sus familiares.
La historia de Uvorio:
Todo comenzó la noche del 31 de Diciembre de 2003, cuando la familia Rondón se disponía a comer las doce uvas que aseguraban buena suerte durante el año venidero. Entre las docenas de uvas se encontraba Uvorio, una uva adolescente proveniente del Estado Portuguesa, quien no tendría idea de la tragedia que se desataría al empezar a sonar las doce campananadas.
Alberto Rondón, padre de la familia, fue el primero comer el fruto. Así murió la madre de Uvorio, la primera en ser despepada. Uvorio también sería testigo de la muerte salvaje de su padre, tíos y primos, pero cuando le tocó su turno, Rondón tomó a Uvorio y lo introdujo en la boca de su hijo Miguel, quien en una acto de rabieta, rechazó a Uvorio golpeando la mano de su padre y haciendo que la uva saliera volando por la ventana y cayera dos pisos hasta la alcantarilla de la calle. Una vez ahí, Uvorio juraría venganza a la familia Rondón.
Justo cuando Uvorio estaba a punto de morir, una corriente lo arrastró hasta el Río Guaire, el cual con su mezcla de fluidos tóxicos, humanos y muebles viejos lo convertiría a en UVORIO, la uva mutante maldito/a. La corriente llevaría a Uvorio hasta las Mercedes, donde finalmente lograría salir del cauce casi muerta, sería encontrada por Manteca, el indigente karateca, quien resucitaría a Uvorio dándole un “shot” de Aguardiente.
Uvorio recibiría un férreo entrenamiento mortal por parte de Manteca, quien moriría de sífilis justo después de decirle que estaba listo para llevar a cabo su venganza, no sin antes pedirle que le regalara la cola de un cigarro que Uvorio estaba fumando.
Los Sucesos del 31 de Diciembre de 2010:
Después de varios años de preparación y cuatro semanas de camino por Baruta, Uvorio logró llegar a la casa de los Rondón donde bliquiti bliquiti pui pui pui, ajá ¿te cagaste?, solo escribí eso para ver que estabas prestando atención. Total que Uvorio entró al apartamento, gritó “¡Venganza!” y procedió a devorarlo todo, niños incluidos. Doce personas en total, once juro comer pero a doce mató en nombre de su familia. Luego, como no estaba lleno, se comió un pedazo de Panettonne, pero seguía insatisfecho así que Uvorio, hinchado de ira, se comió unas uvas que había sobre la mesa.
Así que este año, cuando coman las doce uvas del tiempo recuerden comerlas todas, no dejen nada, porque pueden regresar y reclamar venganza… no es para psicosearlos, pero bueno, estén pilas.