Lo que para algunos puede ser una devastadora catástrofe natural, para otros puede ser una excelente oportunidad de disfrutar del dinero malversado de ambulatorios y hospitales. Así es como ve la vida Augusto Gustavo Agustini Gustavini, un joven y exitoso enchufado que aprovechó las fuertes lluvias e inundaciones en el país para sacar a pasear su submarino por las calles de Caracas.

Luego de hablar durante cuatro horas sobre que “en Venezuela todavía se puede hacer plata malversando fondos” y “el que es pobre es pobre porque quiere ser honesto”, Agustini nos habló un poco sobre su experiencia manejando el vehículo náutico: “Bro, de pana que estas lluvias para mí han sido una bendición. O sea, yo ya había tenido chance de sacar a pasear el Megazord por Las Mercedes y llevarme la réplica del Titanic para Los Roques, pero justamente estas inundaciones son las que me hacían falta para navegar por el distribuidor Altamira con mi submarino y descubrir reliquias enterradas en el fondo del asfalto, como unos Optra que deben estar hundidos quién sabe desde cuándo… ¿cómo a las tres de la tarde? Igual seguro ni arrancaban ya”, aseveró el joven enchufado, mientras se dirigía a La Guaira para participar en los piques de buques petroleros.