Un rapero y un nerd africano le dan un nuevo aire al nazismo (y ojalá esto fuera una noticia inventada por nosotros)

Internacionales

Un rapero y un nerd africano le dan un nuevo aire al nazismo (y ojalá esto fuera una noticia inventada por nosotros)

El mundo entero está siendo testigo con sorpresa de cómo el nazismo y otras corrientes fascistas toman un nuevo aire en la escena política global, alentados por los hechos de un nerd sudafricano, de un rapero afroamericano y del mismísimo presidente de los Estados Unidos, y aunque quisiéramos decirte que esta noticia fue inventada por nosotros, lamentablemente no lo es.

Aunque muchas personas optan por hacerse la vista gorda y engañarse a sí mismos —porque en el fondo quizás están de acuerdo—, es imposible ignorar que el hombre más rico del mundo, dueño de una de las redes sociales con más impacto en la opinión pública y  portador de un pecho cuya forma desafía a la razón humana, anda divulgando mensajes de etnonacionalismo, mientras abiertamente hace saludos nazi (que sus seguidores insisten en defender como un “saludo romano”). La humanidad estaba mejor cuando el peor daño de Elon Musk era haber diseñado al Cyber Truck.

Al mismo tiempo somos todos testigos de cómo Kanye West —un rapero con la misma capacidad cognitiva que Elías Jaua— se une a esta nueva tendencia poniendo a la venta franelas blancas con una swastika estampada en el pecho, sin prácticamente ninguna consecuencia más allá de alguna crítica esporádica en las redes sociales. Algo que hace 20 años —o incluso 20 días— habría sido justamente condenado, hoy no es más que “otro momento” en 2025. Al menos Kanye ya no esconde nada. Ni al cuerpo de su esposa.

Todo esto ocurre mientras vemos al presidente de los Estados Unidos hablar abiertamente de expansionismo, de invadir países, de deportaciones masivas –incluso contra personas que entraron a través de procesos legales como el TPS o el parole humanitario–, de campos de reclusión y de acabar con todo tipo de inclusión bajo el pretexto de luchar contra lo “woke”, lastimando a un sinfín de personas inocentes en el camino y convirtiendo el mundo en un lugar más hostil. Al final del día, a nadie le importa. Más bien la mayoría le aplaude la gracia.

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