Enchufados sirios le preguntan a Putin si no le queda un sofá-cama disponible
Decenas de honestos empresarios sirios que aseguraban “apostar por el país” porque “en Siria el que no hace plata es porque no quiere” comenzaron a llegar a Moscú, capital de Rusia, solicitando asilo político. Aunque mantienen que no tiene nada que ver con la vinculación de sus negocios con el régimen de Bashar Al-Assad, se vieron obligados a preguntarle a Putin si no tenía un sofá-cama disponible por unos meses.
Hasan En-Shufej, un humilde empresario que consiguió su fortuna en Siria montando 37 canchas de pádel el mismo año que su hermana se casó con un militar de alto rango, ofreció declaraciones acerca de esta difícil situación: “In sha’ Allah vamos a salir adelante, porque como mis primos en Lechería y yo siempre hemos dicho, el que es pobre es pobre porque quiere. Gracias a Allah que Putin tenía un sofá-cama libre por unos meses mientras nos establecemos de nuevo, ver qué negocio montamos por acá, de repente un Al-Traki. Aunque no sabemos cómo vamos a hacer con el idioma, pero hay que mantenernos humildes, porque todos comenzamos así hasta que conseguimos un contacto que necesite un testaferro. Al final yo sé que los envidiosos siempre critican el éxito ajeno, pero eso es porque no saben todo el esfuerzo que conlleva el lavado de dinero”, explicó En-Shufej, quien también consideraba la opción de montar un negocio de Shawarma o un bodegón en Lechería.