Sadomasoquista acepta tasa BCV para sentirse humillado

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Sadomasoquista acepta tasa BCV para sentirse humillado

Después de ver cientas de entrevistas a Budú, uno podría creer que el fetichismo tiene sus límites. Sin embargo, hay excepciones notables, como la de Carlos Henriquez, un reconocido sadomasoquista de Caracas. Henriquez está explorando nuevas fronteras en su búsqueda de placer a través de la humillación, específicamente aceptando pagos en bolívares a la tasa del Banco Central de Venezuela en su kiosco.

Al cambiar su croptop de cuero por una aún más humillante franela del Gallo Pinto, Henriquez se deleitó con su último hallazgo: “Que me den latigazos, me insulten o me traten de ‘señor’ a mis 43 años, es cualquier cosa en comparación con esto. Descubrí algo que realmente me degrada y me llena tanto de placer como olerme los dedos del pie con las uñas recien cortadas. Abrí una bodega en el barrio y solo acepto bolívares a la tasa BCV, esto me obliga a pagarle a los proveedores a tasa paralela. Es humillante ver cómo mi esfuerzo se desmorona solo para que los enchufados puedan disfrutar de su ‘Cadivi 2.0’. Me siento como Elías Jaua cuando pregunta en el grupo de WeChat de Miraflores, ‘¿qué hay pa hoy?’, ignorado, despreciado, sumiso y más excitado que P. Diddy en la fábrica de Chicco. ¡Qué rico es el chavismo!”, concluyó Henriquez, justo antes de experimentar múltiples orgasmos tras realizar un pago móvil con BDV, perdiendo así todo su dinero en el proceso.

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