Luego de que los empleados de Mercal exigieran reivindicaciones laborales de orden mercantil, el presidente Hugo Chávez anunció hoy la expropiación de esta red socialista de distribución de alimentos.

El anuncio fue hecho con ocasión de un acto para celebrar que a una patrulla del municipio Cocorote en Yaracuy le cambiaron las bujías y el filtro de aceite. Allí, el primer mandatario continuó el ataque a los empleados de Mercal, acusándolos de capitalistas: “Me dan lástima. No son sino un montón de oportunistas avariciosos, que no entienden que en esta sociedad no se puede vivir con los vicios de la cuarta. Están presionando a la revolución para que les demos ¿qué? ¡DI-NE-ROOOOO! Todo es dinero, ¡no volverán!” gritó Chávez mientras mostraba ante las cámaras unas yucas hidropónicas.

«Imagínate tu, chico, que estos desgraciados ponían a la gente a hacer cola y todo, bajo esa pepa de sol, camarada. ¡Es que tienen el demonio en el alma, chico! ¡Para ellos, el pobre no existe! ¿O es que acaso esta gente no tiene derecho a hacer sus compras de manera decente? Incluso me llegaron a decir que vendieron frijoles con gorgojos, caraotas con piedras, ¿tu has visto eso, mi hermano? ¿Qué tiene esta gente en el corazón, que es capaz de hacer cosas como ésta? ¡Que se expropie Mercal, mi llave, venga a mí que tengo flor, y a llorar pa’l valle, guarimberos!»

El presidente ordenó la creación inmediata de una serie de mercados socialistas usando los mismos locales que ocupaba Mercal. “Mañana mismo los quiero expropiaítos todos. Ahí mismo haremos no sé, se me ocurre que podemos instalar una red de mercados socialistas. Nicolás, anota ahí: agarra a la última promoción de médicos de la bolivariana y me los pones a trabajar, empleo para el pueblo. Y a los empleados esos que andan exigiéndole dinero a la revolución, me les abres un expediente pero ya. Llámate a Luisa Ortega para que se ocupe de eso, y aprovecha que vas al teléfono y llámate a los chinos de la esquina. Pide una ración de arroz, sin cochino, que estoy a dieta; una de chop suey, par de lumpias y unas costillitas. ¿Quedó Coca-Cola de ayer? Pida Coca-Cola también, entonces. Light, de bolas. Pregunta si tienen de 2 litros, que sale más barato” preguntó el presidente mientras se levantaba de la silla y besaba a una viejita de 124 años.