¡Ey, tú! Sí, tú… Mira: si te está pasando todo lo bueno que te puede pasar en el día de hoy: si te ascendieron en el trabajo, si la chama que te gusta por fin te dio señales o si te becaron de una universidad de afuera, acuérdate de una cosa: hoy todo eso se borra y pasa a valer cero porque juega la Vinotinto.

Quizás estarás pensando que por fin tuviste un día bueno, luego de que tu exnovia te dejara por tu mejor amigo, que te botaran de tu anterior trabajo por haber hecho una transferencia equivocada o que tu mamá dejara de creerse el cuento de que tus ojos rojos son “por un glaucoma”. Hoy todo está bien, la vida te sonríe, te sientes en confianza con el universo, te conseguiste unos dólares en la calle, las chicas te están viendo más guapo, ¡hasta te crecieron 2 centímetros más de pene! La vida te está dando todo eso que te quitó alguna vez, ¿verdad? Pues ahora siéntete mal, al recordar que hoy probablemente te vuelvas a ilusionar con la Vinotinto… para que terminen siendo goleados.