Entre las funciones del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional —también conocido como Sebin o como “los que parecen FAES pero que dan un poquito menos de miedo”— están ejecutar las órdenes de allanamiento, detener rivales políticos y usar uniformes de camuflaje muy llamativos. Ayer, tras ingresar a un apartamento en Caracas, agentes del Sebin hicieron compras dentro de la cocina allanada, para de esta manera “aprovechar el viaje”.

El agente Guerra, quien actualmente ocupa el primer puesto en el ranking interno del Sebin como “Intimidador del mes”, le contó a nuestro pasante —que temblaba de nervios— sobre el acontecimiento: “Bueno, ciudadano, la orden de allanamiento que nos dieron era pa’ incautar documentos, papeles, cualquier 10-7 que consigamos en el lugar, vainas así aburridas. “Elementos de interés”, la llaman los jueces y los fiscales. Pero de interés para nosotros es ver los electrodomésticos, ¡siempre hay buenos equipos en las casas de los presuntos opositores, se ve que la CIA les proporciona buenos equipos! Cuando toca incautar láctops (sic), televisores, hasta lavadoras, es que ahí nos vamos satisfechos de un buen operativo, porque cada agente saca algo “de interés”, ¿sí me explico? Pero qué va, la orden de hoy tocaba suave. Ya que estábamos aquí, aprovechamos para levantar un registro de la despensa, pa’ tomar nota de su contenido, ver qué había dentro, vencido o no, eso no importa. Nos dio un poco de tristeza porque uno entiende que la cosa está dura para todos, los estantes estaban medio vacíos; pero como aquí en el Sebin tendemos a ser optimistas los vimos medio llenos, y como todo eso tenía interés criminalístico para nosotros —porque no habíamos comido— nos lo llevamos. Tenían hasta unas carnes congeladas que tuve que amenazar a Pacheco pa’ que no me las robara. Podría decirte que todo eso salió gratis, prácticamente, pero eso es parte del sumario”, concluyó el agente quien luego empezó a pedirle todos los papeles al pasante solo “por joder”.