El aumento del tráfico caraqueño ha traído consecuencias a la capital: colas en las principales autopistas de la ciudad y aumento de frases milenarias como “mamagüevo, mira por dónde vas”, “¿perdiste los ojos en un accidente? ¿no ves la luz roja?” y “¿Sacaste la licencia en una caja de cereal?”. Pero otro efecto del aumento de la colas, la sufrió el “emprendedor” venezolano José Gabriel Figueroa, quien ahora es un afectado directo del retorno del tráfico en el valet parking de su restaurante favorito “Mariscos Plugs”.

“Yo normalmente salgo cansado de firmar licitaciones para mis primos, con ganas de descansar un ratico de la rutina, maridar unos buenos tequeños con salsa rosada y un buen Old Parr 578 años. Vengo tranquilo al restaurante de siempre y me encuentro con que el valet parking del restaurante está full, ¿qué güevonada es? Pero acá la verdad es que la gente no respeta que uno pasa todos los días haciendo país, llenando los comercios de productos importados para comprar los mismos productos importados y hacer que ese dinero entre por ahí, ustedes saben, eso se le llama: asear el dinero. Pero no, ni eso les importa, yo pensaba que tenía exclusividad por gastar $ 12.000 todos los días en consumo y me dicen que no, que tengo que parar mi FJ nueva en la calle, como si fuera un pelabola con una 4Runner de 2019”, exclamó Figueroa mientras llamaba a su asistente para empezar a invertir en la construcción de un restaurant con estacionamiento mecánico en la misma cuadra.