En un hecho que normalmente habría conmocionado a la comunidad religiosa del país, la Virgen del Valle hizo ayer una de sus milagrosas —y escasas— apariciones en Margarita, al materializar su figura en el fondo de un anaquel vacío del Central Madeirense de la avenida Bolívar; sin embargo, la misma pasó desapercibida por todos los habitantes de la isla porque estaban sufriendo unos de los apagones más prolongados de la ciudad.

Invisiblemente decepcionada, la Virgen del Valle visitó nuestra oficina; y tras confirmar que lo que estaba haciendo nuestro pasante subpagado no era un ritual palero, sino café, accedió a contarnos los detalles de su aparición. “Bueno, mijo querido, como soy la santa patrona de Nueva Esparta, decidí bajar a laisla un rato para visitar a mis fieles, que los tenía abandonados; como tiene el gobierno a los barcos de Conferry. Como siempre las apariciones de nosotras las vírgenes dejan un montón de gente dudosa y escéptica, decidí que esta vez no me iba a aparecer en un sancocho o en un vuervealavida, sino que escogí un sitio bien vacío para que todo el mundo se apercatara de mí, donde no pudiera haber nada que me tapara o que hiciera que la gente se confundiera, y cuando vi aquellos anaqueles vacíos, dije “¡aquí fue!” e hice mi divina aparición; pero nadie me miró, nadie notó que estaba ahí, todo aquello era una oscurana, era como otro lugar. No había gente en la calle, ni en los comercios, ni navegaos enchufaos ni extranjeros dándose buena vida gastando sus dólares. No habían ni muchachas de esas de la mala vida en los hoteles, no hay absolutamente nada en Margarita, me voy molesta porque nadie me vio”, aseguró la Virgen del Valle, mientras le desmontaba el santo a nuestro pasante subpagado.