La señora Ana María Campos fue hoy a un supermercado de la ciudad capital y además de enfrentarse con la dura escasez que azota al país, tuvo que vivir uno de los momentos más vergonzosos para cualquier madre: un berrinche en público de su hija. Y es que la pequeña María Gabrielita lloró y pataleó pues su madre no quiso comprarle un anaquel vacío.

Nuestro pasante subpagado, quien se encontraba en el supermercado porque lo mandamos a buscar Pingüinitos, habló con la señora Ana, quien arrastraba de un brazo a su hija que no paraba de gritar diciendo que quería su anaquel. «No puede ser que esta niña sea tan malcriada e inconsciente, vale. Y eso que antes de entrar le dije que no había dinero para comprar nada y que además en el supermercado no había nada, pero igual, como es una caprichosa, empezó con el tiquitiquitiqui de que quería un anaquel vacío. Le intenté explicar que no estaba a la venta porque eso es lo que usan los supermercados para llenarlos de agua mineral y que el Gobierno no los sancione, pero qué va, fue peor. Ahí mismo armó su show y ni hablándole o pellizcándola se ha calmado. Y es que la conozco, esa quiere el anaquel para jugar con sus amiguitos y ponerlos a hacer cola, ¡no te digo yo! Pero esta vez se fregó porque así pudiera comprarlo, ¿cómo me llevo yo un anaquel pa’ la casa, ah? Además allá tampoco tengo con que llenarlo», afirmó la señora Ana, segundos antes de lograr hacer que su hija dejara de llorar diciéndole que la iba a dejar con nuestro pasante si seguía.