Madre detecta a 22.963 KM de distancia que hijo meterá cucharilla baboseada de nuevo en la olla
La madre Nancy Moncayo se encontraba hoy en un avión que sobrevolaba Japón. Estaba muy relajada: sentada en su asiento reclinable, tomando una soda de limón que le trajo la aeromoza y viendo Caso Cerrado en la pantalla del asiento, muy lejos de su hogar, exactamente a 22.963 kilómetros. Sin embargo, todo esto no impidió que el sentido de la maternidad de Nancy se activara y detectara que Gabriel, su hijo menor, estaba a punto de meter en la olla una cucharilla que antes se había metido en la boca.
Nancy, quién en el pasado enseñó a sus tuppers a volver solos a casa, explicó todo lo que sintió y cómo hizo para que su hijo no metiera la cucharilla baboseada de nuevo en la olla. “Ay mijo, es que una cuando es madre sabes las cosas. Yo estaba ahí en el coroto ese que vuela cuando de repente me empezó a dar cómo una una cosa, una presión en el pecho, y eso solo me da cuando algo malo va a pasar. Así que me concentré y me conecté con la cenefa de mi cocina y pude ver a Gabriel José yendo derechito a meter una cucharilla toda baboseada en la olla. Es que es un caso el coño e’ pepa ese… y eso que le he dicho mil veces que eso pone piche la comida, pero bueno, no podía permitir que se saliera con la suya, así que obligué a las aeromozas a que me abrieran la puerta del avión, me quité la chancleta y desde ahí mismo se la lancé. Tardó en llegar, pero fue justo a tiempo porque antes de que esa cucharilla me tocara las caraotas, la chancleta le dio en la nuca ¡menos mal! Se salvó ese guiso», aseguró la señora Nancy mientras ponía los ojos blanco porque estaba teniendo una premonición en la que veía a Sebastián, su hijo mayor, tomar directo del pico de la jarra.