Oswaldo Carache, un joven asistente administrativo de 24 años, tenía planeado renunciar de su actual empleo y como todos; lo estaba manteniendo en secreto hasta estar seguro de tener el otro trabajo. Sin embargo, el destino le jugó una mala pasada cuando su invitación a LinkedIn le llegó a toda su oficina echándole paja de sus intenciones de irse.

Oswaldo intentó solucionar lo ocurrido diciendo que lo hackearon, pero todos saben que un hacker no gasta tiempo en un asistente administrativo. Y esto también lo pensó su supervisor, Germán Cárdenas, quien declaró: “Discúlpame que me salga del lenguaje profesional y rompa un poco los protocolos, pero ¿¡este chamo cree que uno es güevón, acaso!? Obvio que el pendejo –que ni se sabe limpiar el culo– quiere renunciar. Porque nadie usa LinkedIn para comprar cosas o buscar pareja, eso se usa para buscar trabajo y además trabajo afuera. O sea, que no solo quiere dejarnos sino también irse del país. Menos mal lo pille ahorita para buscarle reemplazo de una vez. Es más, y lo voy a hacer por el mismo LinkedIn para que le llegue un correo y sepa que antes de renunciar lo vamos a botar. O bueno, mejor no, porque si no hay que pagarle el doble”, aseguró Germán Cárdenas quien confesó que lo que más le molestó fue ver que en el perfil de Oswaldo decía que tenía un nivel de inglés avanzado cuando en realidad lo único que sabe decir es «ganbang».