Día a día son decenas las escenas tristes de madres despidiendo a sus hijos quienes dejan Venezuela buscando un mejor futuro. Sin embargo, ninguna escena ha sido tan enternecedora como la que se vivió hoy en el aeropuerto de Maiquetía, cuando Gonzalo Ramírez (35), sargento segundo de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), entre lágrimas tuvo que decirle adiós a lo que él llama “su pequeña Blancanieves”, un pequeño cargamento de 50 kilos de cocaína.

Ramírez, quien soplaba su nariz con toallitas que sacó de la maleta de un pasajero y oía “Noviembre sin tí” de Reik en un iPod que también había sacado de una misma maleta, puso pausa en su despecho para contarnos con la voz entrecortada su dolorosa despedida. “Berro, mano, esto es más difícil de lo que uno creía. Cuando yo veía a ese poco e’ escuálidos despedirse creía que eran puras parchitas, pero qué va. Esto duele y duele de verdad, hermanazo. Yo con ese cargamento viví momentos inolvidables, desde el principio estuve con él en el proceso de incautación a un narcotraficante en Puerto Cabello, después lo acompañé en cada aduana por donde lo fuí pasando, incluso alguna vez agarramos un poquito e hicimos un fiestón en el destacamento ¡Es que la pasamos sabroso! Pero eso es otra historia. Hoy toca es decirle adiós para que cumpla sus metas. Eso sí, no importa lo lejos que llegue, desde el comando siempre la seguiré extrañando. Adiós mi Blancanieves” sentenció el Sargento Ramírez mientras se compraba dos millones de “frescos” con lo que había ganado con el envío de los 50 kilos.