«Ha llegado la hora de que Cuba le pague a Venezuela todo el petróleo que hemos recibido durante estos años. Así, mi hemano, es que se construye el socialismo.» Con estas palabras, que dieron inicio a «Escritos desde el máh allá», su habitual columna en el diario Granma, Fidel Castro anunció ayer su intención de ayudar a Venezuela a sobrellevar la crisis eléctrica. «Estamos planeando enviarle a Hugo Rafael una extensión de 1.100 kilómetros de laggo, desde el puetto de Santiago de Cuba hasta Punto Fijo. ¡Cosa más grande!».

Apenas recibida esta buena noticia, el presidente Hugo Chávez encomendó a PDVSA la creación de una oficina que se encargue de enseñar a la población a concientizar el uso racional de la electricidad y sacar el máximo provecho posible a los 80 vatios que llegarán de la isla caribeña por la extensión que tiene cuatro puntos de poder. «Una sola aspiradora por cada ciudad, por cada pueblo… no hace falta más, pretender que se crea hace falta tener una nevera en cada casa es pitiyankee, antisocialista y golpista» afirmó el Presidente.

Chávez también aprovechó la ocasión para crear un equipo interdisciplinario-binacional-endógeno-comunal, compuesto de 180.000 entrenadores de softbol-espías-médicos cubanos y un ingeniero venezolano jubilado de 90 años de edad en estado de coma, que serán los encargados de materializar este proyecto, el más ambicioso planteado hasta ahora por la ingeniería cubana.

Finalmente se supo que apenas reciban de Venezuela un cargamento gratis de 100.000 toneladas de cobre, darán comienzo a la construcción del cable submarino.

EC.