Esposa de enchufado pide uno nuevo porque el de ella se recalentó con el apagón

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Esposa de enchufado pide uno nuevo porque el de ella se recalentó con el apagón

Al igual que cientos de esposas de enchufados en todo el país, la señora Stephany García de Velutini llamó enojada esta mañana a las oficinas de Corpoelec para exigir que esta corporación eléctrica le entregue un nuevo marido o, en su defecto, una compensación monetaria. El reclamo se originó porque su esposo Pedro Mario Velutini Zuloaga, un conocido “empresario” caraqueño enchufado al gobierno, se quemó esta madrugada como consecuencia de las fuertes fluctuaciones eléctricas que se han vivido hoy en todo el país.

Como ni siquiera una crisis eléctrica puede detener a la explotación periodística, enviamos al nuestro pasante subpagado al penthouse de la familia Velutini, ubicado en la residencia Torres Guacamayas del Ávila de las Guacamayas, ubicada en Las Mercedes. Allí logró conversar con una exaltada señora García de Velutini, quien nos dijo lo siguiente: “Ay no, ¡de verdad que así no se puede! Se supone que uno se casa con un enchufado para que resuelva y te traten como una reina, no para que se queme pegado al enchufe. Cuando llamé a mami para contarle, me regañó, diciéndome que por qué no lo desconecté apenas empezó a fallar la luz; pero a esa hora estábamos todos durmiendo, y yo siempre lo puse a cargarse por las noches. Pero bueno, lo que te decía: en esta casa siempre todo es el enchufe, el enchufe, el enchufe, de repente el pádel, ¿pero para una? ¿Qué me ha tocado a mí? ¡Un coño, chamo! Siempre todas mis amigas pensaban que una casada con este enchufado podía solucionarlo todo con dinero, pero ya tú ves: ahí está, fundido. Todavía hasta hace un ratico estaba echando humo y todo. A mí me da miedo desconectarlo, no vaya a quedarme yo como una pendeja electrocutada, justo ayer que me hice la keratina. ¡Míralo, quedó peor que mi nevera en 2019, pobrecito! Yo ya le dije a esa gente de Corpoelec que se tienen que hacer cargo y enviarme uno nuevo, podría ser un militar o un testaferro, no tengo rollo; pero que sea un poquito más inteligente, que por lo menos use el enchufe para irnos a Madrid a ser felices por allá, ¿sabes? No quedarse aquí pegado hasta que te achicharras”, concluyó García de Velutini, mientras nuestro pasante le decía que podía desconectarlo sin problemas porque todavía no había llegado la electricidad.

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