La Asociación Bancaria Venezolana se reunió ayer en el Palacio de Miraflores con el ¿Presidente? de la República, Nicolás Maduro. En dicha reunión, los banqueros intentaron explicarle al primer mandatario conceptos básicos de su área de negocios, como el llenado correcto de cheques, la diferencia entre tasas de interés y tazas de tomar café y la imposibilidad de efectuar una reconversión monetaria en el margen de tiempo planteado originalmente por el Gobierno; sin embargo, todas las explicaciones de los representantes de la Banca fueron ignorados por Maduro, quien al terminar la reunión les ofreció seguir la reunión en la playa.

Maduro, quien confesó haber perdido toda la atención al escuchar a los banqueros decir «palabras dificilísimas» como encaje, interés activo o débito, decidió cortar la reunión e irse más bien a la playa: «Yo me siento aquí a escucharlos a ustedes hablar de esas cosas tan difíciles, y de repente aquel señor que está allá dice ‘liquidez’ y la mente se me va, me pongo a imaginarme la playa, así todo sabroso, sentadito en la arena, con la brisa en la barriga, el sol sabrosito, una palita, un tobo de ostras, una docena de empanadas de cazón y un vaso de licuadora de Toddy… entonces vamos a hacer algo: vamos a seguir esta habladera de paja en la playa. Ojo, muy buena la reunión y todo, les doy el plazo que querían de 60 días para su reconversión, como me pidieron, pero esta conversación ya me agotó, ¡Vamos a la playa pues! ¿Por qué no nos vamos a la playita? Vamos a dejar estos temas todo aburridotes y vamos a hacer las cosas que hacen los pavos. ¿Que no quieren ir? Ahh bueno, ustedes quieren que les pase como los de Banesco. Traíganle trajes de baño de dos piezas a todos estos señores, que nos vamos es pa’ la playa” finalizó Maduro, mientras decía que la palabra “ahorro” le había dado un dolor de cabeza.