La Fuerza Armada Nacional Bolivariana celebró ayer la carrera “Venezuela Soberana y Libre de Imperialismo Trumpista 0.01K” organizada para demostrar el excelente físico de sus integrantes y dar su respaldo inequívoco al señor de bigotes que usurpa la pijama de unicornios presidencial —y único antiimperialista amante de los Estados Unidos— Nicolás Maduro.

El ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, se dirigió a los dos sectores de la Fuerza Armada allí presentes (los que comen completo y los que no) para felicitarlos por participar en la exigente carrera y agradecer el apoyo prestado a Maduro: “Después de esperar 45 minutos a que me regresara el aliento, aprovecho para pedir un aplauso a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que es hasta los tuétanos Chavista Madurista Antitrumpista y profundamente Antiregulista, por hacer esta carrera de 0.01 Kilómetros en apoyo a su líder, un líder que los ama tanto como ver capítulos de 1 hora de Peppa Pig, Nicolás Maduro. Es un éxito de nuestros militares, militaras (sic) y un mensaje contundente a las pretensiones del Imperio, escúchelo bien, señor Trump: aquí tiene a la Fuerza Armada, exhausta después de esta carrera de 0.01 K, pero que está dispuesta a correr hasta 200, 300 metros más por su comandante en jefe, como lo hicimos el día de los drones”, aseguró Padrino, mientras le soltaba un botón a su guerrera.

Maduro, quien lleva años caminando del cuarto a la cocina preparándose para un maratón como este, también se dirigió a la tropa presente: “Quiero agradecer primero a Padrino; Padrino, gracias, por dejarme ganar hoy. Me gustaría decirles que voy a guardar esta medalla de oro para siempre, pero no sé, a lo mejor Putin me la pide. Pero lo importante es que me podrán quitar todo, menos lo bailao. Hoy batí mi marca personal, hice ejercicio por 12 segundos seguidos, casi el doble de mi marca anterior que eran 2 segundos. Estoy en forma, listo para derrotar a Guaidó y a Donald Trún en cualquier plano. Cuando quieran corremos unos diez metros planos” afirmó Maduro, mientras se comía empanadas para recuperar los electrolitos perdidos.