Luisimar Rangel, una señora de 56 años, fue una de las afortunadas ciudadanas que tras 17 horas de cola en el único kiosko que vende un periódico donde salen buenas noticias, logró divisar una noticia positiva. “Yo de verdad estaba desesperada por encontrar una buena noticia, porque mija ahora todo es negativo. En la cola, la gente se ponía a echar sus cuentos, de hijos secuestrados, familiares muertos a manos del hampa, que el sueldo no les alcanza, que no consiguen leche. Eso fue horrible. Y yo tranquilita en mi cola, con los militares que nos cuidaban. Lo importante es que a medida que la cola avanzaba mis expectativas subían y me emocionaba. Ya más o menos como a las 7 horas de cola, empezaban los rumores sobre qué decía el periódico, imagínate ese gentío esperando las buenas noticias, eso no se ve todos los días. Cuando al fin llegué, dije ‘Dios mío,valió la espera’. Y bueno después de todo esto, logré leer que de 4:30 AM a 4:46 AM de ayer no hubo ningún asesinato. Al fin algo bueno, ojalá eso siga así ¡Esa es la Venezuela que queremos!” comentó Rangel, mientras observaba a un grupo de ciudadanos peleando por el único periódico que quedaba con una buena noticia.