Gabriel Olivieri, el joven caraqueño de 23 años que salió de noche y logró retornar con vida a su casa, fue recibido con una gran fiesta organizada por familiares y amigos.

“Es un milagro, no puedo creer que lo haya logrado” Exclamó Gabriel entre una multitud con pancartas de bienvenida, música y celebración. “Decidí ir a tomar algo con una gente de la universidad y sin darme cuenta, se me fue el tiempo hablando. Salí casi a las 3am de Bello Monte hasta mi casa en La Urbina, esquivé cuatro motorizados, dos camionetas de secuestradores y seis vendedores de piedra, hasta que finalmente llegué vivo, sin un rasguño. Allí, fui recibido por toda mi familia y amigos, no podían creer que yo estaba vivo. Casi les pasó igual a los otros tres amigos míos, pues desgraciadamente uno de ellos no logró llegar con vida a su casa. Aunque eso no me pone tan triste, acá matan como 100 personas por semanas, que me haya tocado uno es normal ¿no?”

Gina de Olivieri, madre de Gabriel, explicó que después de la una de la madrugada, había dado por muerto a su hijo. “Gabriel se había quedado sin pila en el celular, así que no pude llamarlo. Al menos ya yo le tenía la parcela guardada en el Cementerio del Este, así que yo estaba tranquilita. Sabes que con esta inseguridad una tiene que ser bien precavida. Cuando se hicieron las dos de la madrugada, nada, llamé a comprar el ataúd, ramos y todo. Pero me quedé como novia de pueblo; a las 3am, llegó Gabrielito, como ya toda la familia estaba reunida para el velorio lo que hicimos fue celebrar que llegó vivo. Al menos no se perdieron los reales del salón.”