Han fallecido cristianamente todos los chistes sobre Los Tiburones de La Guaira
Con el corazón lleno de congoja, nos despedimos hoy de manera cristiana de todos los chistes relacionados con los Tiburones de La Guaira. Rodeados de familiares cercanos, amigos, algún magallanero coleado, estos chistes pasaron a mejor vida en paz, en su cama, en contra de las predicciones hechas por parte de expertos, médicos integrales comunitarios y el distinguido equipo de redacción de El Chiguire Bipolar que les auguraban muchísimos años más de vida. Paz a sus restos.
Hoy lamentamos la pérdida de un querido chiste que nos ha acompañado desde nuestros inicios, brindando cientos, miles, o incluso tal vez cientos de miles de carcajadas a nuestros lectores a lo largo de los años. Lo que sí es seguro es que este chiste fue protagonista de muchas más alegrías que las que los fanáticos de los Tiburones recibieron de parte de su equipo durante estos 38 años sin ganar un título. El respetable equipo de redacción de El Chiguire Bipolar, su esposa los Magallanes y sus hijos los Cardenales, rezan por la paz del alma y el espíritu de estos chistes.
En este momento de duelo cómico, nos gustaría imaginar que los chistes sobre los Tiburones de La Guaira están organizando un torneo celestial de humor —y seguramente perdiéndolo— donde compiten contra otros chistes legendarios como el de la evidente cara de pajúo de Elías Jaua o los chistes sobre la papada de Juan Barreto. Nos imaginamos una tribuna hecha de nubes llena de ángeles aplaudiendo estos chistes y diciendo “este año sí”. Con dolor pedimos una oración por la memoria de estos chistes que tan buenos momentos nos dieron, así como queremos rezar también por aquellos que prometieron divorciarse o dejar de beber o cambiarse el nombre en el hipotético caso que La Guaira ganara un campeonato. Nuestra solidaridad con ustedes en este difícil momento.