Elon Musk, conocido por ser empresario, multimillonario, filántropo y villano de Marvel volvió a sorprender al mundo. Esta vez no fue por convertir Twitter en un lugar para la venta de contenido de OnlyFans, sino por emular un gesto para homenajear a un desconocido pintor austríaco, en el acto de juramentación del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.