Graciela Fuentes, una abuela de 89 años, comenzó la fase en la vida donde dice todo lo que le da la gana porque igual morirá en pocos años.

Mariana Fuentes, hija de la “Nana Graciela”, confesó sentir preocupación por la etapa en la que está pasando su madre. “La otra vez estábamos comiendo en familia porque era su cumpleaños y dijo en medio del almuerzo que toda la comida estaba asquerosa; que era una desgracia que ninguna de sus hijas supiera cocinar. Luego se dirigió a la esposa de mi hermano y dijo que era puta y que todos los sabían y nadie se lo decía. Cuando terminó la comida confesó que en verdad ella estuvo feliz con la muerte de su esposo porque era un ‘viejo ladilla’ según sus propias palabras.” Manifestó Mariana entre lágrimas justo cuando su madre contaba cuántas veces le montó cachos a su difunto marido.

Por su parte, la señora Graciela confesó que luego de los 85 años, todas las cosas en el mundo empiezan a parecerle irrelevantes. “Ay, mijo, a esta edad ya uno no tiene que andar con educación ¿Para qué? ¿Con quién? Ya yo le dije a mis familia que Carlos es mi hijo favorito. Porque claro que todas tenemos un hijo favorito. Yo también robo en los mercados porque nadie va a sospechar de una vieja como yo. No sabes cuántas cosas me he robado. Y además, siempre me tiro peos en los ascensores cuando está lleno, nadie va a saber quién fue.”