Familia bebe en familia para olvidar que son familia
Antonio Camargo, padre de 57 años de edad, compró ocho cajas de ron para compartir con cinco miembros de su familia las festividades decembrinas, manteniendo así la esperanza de poner a un lado los sentimientos de odio y la mala vibra que habita en su residencia.
“La idea es que estemos tan borrachos que yo me olvide de que Migdalia me está montando cachos y que mi hijo quiere ser un artista maricón”, aseguró Camargo mientras metía en su alacena todas las botellas de licor. El rito de embriagarse para soportarse es cada vez más común entre las familias venezolanas, pues en estado de ebriedad las personas suelen decirse que se aman, aunque en la sobriedad se detesten, expresó Manuel Páez, dueño de una licorería.
“En esta época las personas compran más licor porque se ven encerrados con toda la familia, y tu sabes… uno no elige a los parientes, pero sí puede decidir con qué trago puede pasar los malos ratos”, opinó Páez.
En el caso particular de la familia Camargo, el ritual de la ebriedad se celebra desde hace 22 años, cuando el Señor Antonio cometiera el primer acto de adulterio. “Mi amor, yo de verdad que si no fuera por el licor no soportaría estar con esta gente. Hay amigas que me dicen que me divorcie, pero no es fácil, ¿sabes? Porque la familia es la familia”, declaró Migdalia Camargo al momento de empinar un vaso playero cargado de ron puro.