La tarde de hoy Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática, denunció lo que a su juicio es una “maquiavélica componenda de este gorilón tropical desfasado y su cohorte castrochavista cerril barriobajera”.
Ramos Allup comenzó su rueda de prensa de esta manera: “Durante los últimos años, los venezolanos hemos asistido impávidos e impertérritos a una retahíla grotesca de trapos rojos y ollas de humo que esta comparsa cínico-militar sacan de cuando en vez para enmascarar sus colosales yerros. Pero lo de hoy es inaudito, este Idi Amín Dada cuartomundista y sus 40 ladrones han llegado al extremo de inventar una república para firmar acuerdos con ellos. Esto es, señores, sin duda alguna, la quintaesencia del trapo rojo.”

Para sustentar su exposición, Ramos Allup blandió un Almanaque Mundial de 1992, comprado en la Librería las Novedades. “He revisado este libraco de cabo a rabo, de la A a la Z, y juro por las cenizas de Rómulo que no existe tal cosa, esto es un espejismo que parece escapado de la jovial mente de un niño, digno de un absurdo guión de Hollywood. Fíjense: Abjasia debería estar de primerito, antes de Afganistán. Y no está. ¿Qué nos falta ver ahora a los venezolanos? ¿Un acuerdo petrolero con la ínsula de Barataria? ¿Una ruptura de relaciones con la Tierra del Nunca Jamás? ¡Pamplinas, señores! Esto es una ilusión esgrimida por esta cáfila de truhanes, esta partida de mequetrefes apátridas y protocubanoides, para que no hablemos de las cosas que de verdad importan, como la putrefacción que corroe los puertos nacionales en ese monumento a la molicie que es Pudreval”.

Los organizadores del evento, temerosos que Ramos Allup abriera un portal a otra dimensión, fueron poco a poco bajándole el volumen al micrófono. Apenas alcanzamos a oír el final de su alocución. “Prohibido olvidar el estupro que significó para nuestra historia que esta banda de alunados haya mancillado el culmen de nuestro patriotismo, el Panteón Nacional, para sus perversos designios”.