7 razones por las que terminaste visitando San Antonio de los Altos
En esta nueva entrega de nuestra sección de Turismo —la sección que desde su aparición tiene temblando de miedo a Valentina Quintero— visitamos a San Antonio de los Altos. Esta no es una población muy turística que digamos; por lo general quienes llegan a ella siempre lo hacen porque están buscando algo más y terminan allá por que se perdieron. Si alguna vez se te sale en una conversación que llegaste allí, y no encuentran excusa que te justifique, te damos las 7 mejores razones por las que cualquiera termina visitando San Antonio de los Altos, la única ciudad dormitorio de Caracas que puede ver por encima del hombro a Guatire.
Ficha técnica: Fundada el 1ro de mayo de 1683, por alguien que también llegó allí buscando otra cosa / Nombre original: San Antonio de Medinaceli / Población: 69.554 (a las 10 de la noche) o 116 (a las 2 de la tarde) / Nombre secreto usado por sus habitantes: San Antonio de Porlomenosnoescasarapa / Hora promedio de despertarse de sus habitantes: 4 AM / Situada a 20 kilómetros de Caracas, a unas 4 horas y media de cola en hora pico / Gentilicio: Sanantonheiros.
Porque ibas a alguno de los moteles de la Panamericana y te pasaste la salida. (Por cierto, ¿qué venían haciendo, que se pelaron la salida?)
Te gusta el clima frío, pero el presupuesto no te alcanza para la Colonia Tovar
Compraste un carro usado y querías ver cómo estaban los frenos. Por cierto, ojala estes leyendo porque si no quiere decir que no estaban buenos
Por un culo. Que seguro es tu amante y prefieres tenerla por allá escondida. (Si eres la amante de San Antonio menciona a ese perro que jamás se va a divorciar aquí)
Te tocó plan de acompañar a tus padres a comprar una lámpara o ir a Arte Murano
Te agarró un accidente en la autopista Valle-Coche y quisiste probar una ruta nueva
Porque la ausencia histórica de políticas habitacionales coherentes hace imposible que jóvenes profesionales puedan comprar viviendas dignas a precios asequibles cerca de su hogar de trabajo