Jefferson Andrés Velazquez (28), un caraqueño que llegó a Miami gracias a que su cuñado lo pidió por parole humanitario, es uno de los miles de venezolanos que celebraron esta semana la decisión del presidente Donald Trump de suspender el proceso de parole humanitario para venezolanos, porque gracias a esta medida ya no tendrá que traerse a su suegro desde Barquisimeto.

Velazquez, quien se opone fuertemente a la migración ilegal e incluso hubiera asistido a la inauguración de Trump sino fuera por miedo a que se lo llevara detenido migración, agradeció al 49º presidente estadounidense por tomar esta decisión: “Coño hermanito, de pana que el catire sí sabe cómo es la vuelta, me salvó de tener al suegro metido aquí en la casa como por diez años, porque eso es mentira que ese señor se iba a poner a trabajar, porque así son los migrantes ilegales, que lo quieren todo regalado. Hablándote claro, yo estoy seguro que justamente el día que yo llegué se acabaron los migrantes buenos, después de mí son todos puros malandros del Tren de Aragua. Pero bueno, gracias a Dios ganó mister Trump pa’ que ponga orden en esta vaina y saque a ese poco de comunistas”, explicó Velazquez, mientras observaba por la ventana paranoicamente por miedo a que lo haya venido a buscar ICE.