PDVSA finaliza con éxito simulacro de incendio descontrolado en El Palito
Rafael Ramírez, Ministro de Energía y Minas y presidente de PDVSA, anunció hoy que el simulacro de incendio descontrolado que se llevó a cabo en la refinería El Palito fue «un éxito absoluto», lo que permite a la principal empresa petrolera y de venta de pollos del país dar un paso adelante hacia su consolidación e independencia soberana.
El propio ministro Ramírez fue el encargado de comunicar el feliz desarrollo de la actividad: «El día miércoles 19 en la noche, nuestra empresa realizó un evento del tipo simulacro de incendio descontrolado en las instalaciones de la refinería El Palito, el cual se está desarrollando actualmente de una manera completamente satisfactoria. Es más, me honra informarles que por primera vez la PDVSA socialista enfrentó un evento de esta naturaleza con una excusa del tipo meteorológico, lo que nos permite ampliar el abanico de razones a esgrimir en el eventual e hipotético caso de fallos opositores, saboteos golpistas y conspiraciones imperialistas que puedan afectarnos a futuro. ¡Una gran noticia para la fauna local!» manifestó el ministro, mientras se la echaba con uno de sus subalternos mostrándole todas sus 36 cotizaciones en su página del Seguro Social.
Al ser consultados, vecinos de Puerto Cabello agradecieron al gobierno nacional por el simulacro de incendio, ya que las llamas les permitieron, al menos por una noche, sentir el brillo y la claridad del alumbrado público que les robó el imperialismo con sus maniobras de manipulación climática. «Mira, mi llave. Aquí llego la CIA hace unos años con un fulano Niño y una supuesta sequía y nos privó de la luz. Estas calles parecían una boca de lobo. Ahora el gobierno pone, una vez más, a PDVSA al servicio del pueblo: gracias a esta refinería y sus constantes simulacros, los vecinos de Puerto Cabello podemos tener de nuevo claridad en las calles. Claro, no es que la oscuridad propicie la delincuencia ni nada de eso, pero igual uno está más tranquilo, pues» afirmó Rosana Díaz, vecina del sector, mientras le quitaba el hollín al afiche de «Corazón de mi patria» que engalana su ventana.