Venezolana que emigró a Malta triste porque su nuevo país no tiene la Energía Natural y Full Sabor que imaginó
Esta semana, la joven Valeria Saturni se enrumbó a lo que sería una de las mayores aventuras de su vida y decidió emigrar de Venezuela a Malta. Sin embargo, no todo han sido villas y castillos para Saturni, pues se ha enfrentado a un duro golpe con la realidad: el país isleño no es lo que ella tenía en mente porque no presenta la “energía natural y full sabor” que ella creía que esa nación poseía al llamarse “Malta”.
Nuestro pasante subpagado habló con una visiblemente afectada Valeria por videollamada de WhatsApp, porque obvio que ni de vaina le íbamos a dar los viáticos para viajar a Europa al pasante: “Marico, o sea, en verdad me siento un pelo estafada, la verdad. Yo soy la fan número uno de la malta. En el colegio nunca me comía unas empanadas sin una botellita de malta. Desde chiquita lo único que hacía era tomar malta, pero eso era porque mi papá lo ponía en el tetero y decía que era nutritivo y además me iba a hacer full pana. La principal razón por la cual decidí emigrar a Malta es porque yo me imaginaba que iba a poder ver las fábricas de malta, y que todo el ambiente iba a tener toda la energía natural y full sabor que nos caracteriza a los venezolanos que tomamos Maltin Polar. ¿Acaso fue un fraude? ¿Usan esa frase solo para atraer a venezolanos? De verdad no entiendo, chamo. O sea, sí, el lugar es super bonito y todo lo que quieras pero, ¿dónde quedó la energía natural? ¿Dónde quedó el sabor? ¡Ni siquiera he visto gente bailando tambores al son de la samba de Los Tiburones de La Guaira! Ya no sé qué hacer. ¿Será que vuelvo a emigrar?”, se cuestionó Saturni decepcionada del lugar donde tampoco juegan béisbol ni dicen “lo que nos gusta”.