El Gobierno de los Estados Unidos nuevamente intentó dar un golpe a la revolución luego de sancionar a nuestros magistrados de la Sala Constitucional del TSJ. Sin embargo, el Imperio ignoró que sus acciones lo único que lograron fue proteger a los ocho magistrados de engordar con la comida rápida gringa.

El único presidente que hay y habrá, Nicolás Maduro, fue el encargado de hacerle llegar al Imperio el mensaje de lo inútil de sus acciones. “Otra vez los fascistas del norte andan metiendo sus narices en nuestros asuntos ¿qué te parece Elías? Es una falta de respeto peor que no echarle barbecue a una pasta en casa de italianos. Pero les salió el tiro por la culata porque lo que les hizo fue un favor a nuestros magistrados de no andar engordando con esa comida rápida asquerosa gringa. Esa comida engorda mucho: los pies de manzana de McDonald’s, los burritos de Doritos de Taco Bell o las hamburguesas y merengadas de Shake Shack. Ay, Dios mío, me va a dar un soponcio si sigo hablando ¡Edecán! tráigame un Cerelac con Toddy” afirmó el Presidente mientras le aseguró a los magistrado que esa medida también los protege de que les hagan escraches en Miami.