7 maravillas de la Autopista Regional del Centro
Esta semana en nuestra sección Turismo, nos aventuramos a un viaje más peligroso que decirle chavista a Norkys Batista y nos fuimos a recorrer la Autopista Regional del Centro, desde Caracas hasta Valencia, pasando por esa tierra de nadie que es Maracay, o lo que queda de Maracay.
Por primera vez, nuestro pasante subpagado viajó junto a nosotros ––en un kennel para mascotas, por supuesto––, tomando nota de todas las maravillas naturales que se encuentran en la Autopista Regional del Centro: Desde sus vendedores de panelitas de San Joaquín, hasta las míticas columnas donde debería ir un tren que jamás existió, esta vía principal está llena de encantos y lugares en los que pudieras perder la vida si no estás muy pendiente. Es por eso que te presentamos las X maravillas de la Autopista Regional del Centro.
Bohío: Parada obligada para que quienes visitan el centro del país compren refrigerios, coman en McDonald’s y sigan su camino. Claro, en los 90’s. Actualmente en las famosas churuatas sólo venden agua, y si tienes suerte, puedes ir al baño sin que contraigas VPH bronquial por inhalación de vapores.
Los túneles de los Ocumitos: Los famosos accesos viales tienen como curiosidad sus numerosos accidentes o como les dice Lasso: “Perdón Sheryl, ella no significa nada para mí”.
La entrada a La Victoria (sentido Valencia – Caracas): Básicamente hay que cursar al menos 3 años en Hogwarts para poder anticipar dónde está. En un momento vas manejando tranquilo y de repente escuchas a los otros ocupantes del carro decir “LA VICTORIA. LA VICTORIA. AHÍ ESTÁ LA ENTRADA”.
Un hueco de más de 60 años: Una tronera que existe desde los tiempos en los que José Vicente Rangel tenía unos 84 años. Se ha formado porque la erosión de todo por lo que ha pasado: inviernos, veranos y gobiernos que no se toman la decencia de por lo menos taparlo con una rama.
Sanduches de Pernil en la Encrucijada: Esta maravilla de la gastronomía cagüense es de las pocas que no ha desmejorado su calidad por culpa del chavismo. Eso sí, te recomendamos que vayas con una lupa para que encuentres el sándwich en la bandeja con facilidad.
El Viaducto de La Cabrera: Ni Toretto en Rapido y Furioso 5: Sin Control sería capaz de esquivar la cantidad de escombros y desniveles que se encuentran actualmente en el Viaducto. Lo más probable es que tus cauchos y amortiguadores te demanden por maltrato físico y psicológico después de pasar por ahí.
La maravilla más grande: Llegar sano y salvo a tu destino.