Fanático nuevo de la vinotinto por fin entiende lo que se siente ser fanático de la vinotinto
El “Mano, tengo fe” lentamente se ha convertido en un “Coño e’ la madre, maldita sea, mano, por favor, acaben con mi sufrimiento” para José Andrés Morales, un joven fanático de la selección nacional que se comenzó a ilusionar tras los buenos resultados del año pasado y ahora, finalmente, está entendiendo el sufrimiento y dolor que conlleva ser un verdadero fanático de la vinotinto.
Enviamos a nuestro pasante subpagado con su franela Givova —porque ni de vaina le compramos una Adidas— a las residencias Totumas del Guaratapo, en la ciudad de Caracas, donde tomó las declaraciones de Morales: “Chamo, yo lo que tengo son 20 años, así que tuve la suerte y la bendición de nunca ver a Remy Vega en la portería, ¿sabes? Pensaba que esa época oscura de Miku Fedor metiendo más coñazos que goles y Cíchero regalando la clasificación del mundial ante Uruguay había quedado en el pasado, sobre todo después de la goleada que le metimos a Chile el año pasado. Pero de pana que estos últimos partidos hicieron entender por qué la mitad de mis tíos son alcohólicos y la otra mitad le pega a la pared. ¿Nadie ha pensado en denunciar esta vaina ante la ONU? Este tipo de sufrimiento es inhumano”, explicó Morales, mientras nuestro pasante le pedía prestado para el pasaje de regreso tras haber perdido sus únicos 20 bolívares apostando a favor de Venezuela en el parley.