Ni Salomón Rondón, ni Vinicius Júnior, ni el árbitro colombiano fueron clave durante el encuentro entre Brasil y Venezuela la noche de ayer en Maturín. Por eso, la Conmebol reconoció como la verdadera figura del partido a un inesperado protagonista: el aspersor de agua que decidió activarse en el minuto 90+27, ayudando a retrasar el juego y a terminar el partido lo antes posible, otorgándole así un valioso punto a la «remolacha mecánica» en estas eliminatorias mundialistas.

Alejandro Domínguez, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol y jugador profesional de Tekken 3, ofreció más detalles sobre la polémica decisión: “Sí, fácilmente pudimos haber entregado el premio al jugador más valioso a Raphinha por su golazo de tiro libre, a Romo por haber detenido el penal o, incluso, a Vinicius Júnior por su impecable actuación. Sin embargo, para mí, el verdadero responsable de que Venezuela se llevara ese punto de oro fue el aspersor de agua que interrumpió el partido para finalizarlo lo antes posible. Si me preguntan, esta es la verdadera representación del fútbol latinoamericano: aquí hacemos lo que sea por ganar. El que no le guste, que se vaya a ver los clasificatorios europeos con la poderosísima Liechtenstein”, concluyó Domínguez, mientras felicitaba a Alexander González por darle su tan merecido manotazo a Vinicius.