El terrible régimen de Bashar Al-Assad en Siria finalmente cayó luego de apenas unas décadas en el poder, 13 años de guerra civil y la mayor crisis de refugiados del mundo, seguida de cerca por la de nuestra hermosa Venezuela, que nunca se queda atrás en los peores rankings del planeta. Si bien el futuro de Siria es incierto, Rusia confirmó que le otorgó asilo político a Al-Assad, a quien le entregaron el cuarto decorado de Minions que tenían preparado para Maduro.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, volvió a dejar en duda si atenderá o no la invitación de Nicolás Maduro para asistir a su supuesta toma de posesión el 10 de enero en Venezuela, asegurando muy profesionalmente “yo veré si voy o no voy” ante los medios.

Petro explicó que “La democracia es el proyecto de Bolívar, no es la dictadura”, continuando la larga tradición que tienen los presidentes de la región de molestar al pobre espíritu de Bolívar, que a estas alturas solo debe querer que lo dejen descansar en paz en el más allá. El Primer mandatario de Colombia terminó su mensaje asegurando que prefiere morir que ser un dictador y que no es adicto al poder, porque los adictos al poder violan los derechos humanos del pueblo en masa. ¿Tal vez una indirecta para su contraparte venezolana?

Esta semana también se confirmó la excarcelación de 103 presos políticos, detenidos en el contexto de las protestas en contra del resultado oficial de las elecciones del 28 de julio, porque nada demuestra más el espíritu de un presidente democrático que encarcelar a todo el que esté en tu contra.

Sin embargo, los liberados probablemente tuvieron que dejar la cama tendida antes de salir, porque también se ejecutaron nuevas detenciones: dos coordinadores del partido Vente Venezuela en el estado Bolívar, el activista y exconcejal de Caracas Jesús Armas y el alcalde de Cabimas, Nabil Maalouf.

Esta semana Maduro también le “recomendó” al Consejo Nacional Electoral (CNE), hacer la primera elección correspondiente al 2025 entre los meses de febrero o marzo. Porque no hay mejor manera de hacer que la gente se olvide de una elección dudosa que con más elecciones dudosas.

El Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería, también conocido por sus usuarios como Saime o como: “¡Aaaaaah Dios mío, dénme mi pasaporte!”, estrenó un nuevo servicio para emitir un pasaporte express, que sería entregado en 48 horas luego de pagar un precio de 716 dólares. Gracias a esta medida, Venezuela pasa a tener el pasaporte más caro del mundo. Solo tienes que ahorrar 204 sueldos mínimos para poder obtenerlo. ¿Fácil, no?