"Somos una familia", dice dueño de agencia de publicidad que debe ser que a su familia también la tiene pasando hambre

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"Somos una familia", dice dueño de agencia de publicidad que debe ser que a su familia también la tiene pasando hambre

Mario Gutiérrez, dueño de la agencia de publicidad “Manguangua Digital”, ubicada en Charallave, es conocido por utilizar frecuentemente la frase “aquí todos somos familia” para referirse a sus empleados. Sin embargo los empleados temen que Gutiérrez no use esta oración para aumentar la confianza con ellos, pues recién descubrieron que su familia tiene 2 años que no come bien; sus subordinados sospechan que este futuro también le espera —seguramente— a ellos.

Conversamos con Yerly Mendoza, una empleada de Manguangua que aseguró que le parecía extraño que su jefe utilizara tanto esa frase, ya que en su familia la gente no se besa en la boca; como lo hace el señor Mario con la encargada del Departamento de Recursos Humanos, con quien tiene una relación bastante cariñosa: “La razón por la que nuestro jefe no nos aumenta el sueldo es porque supuestamente la empresa no está en su mejor momento; pero al día siguiente tú lo ves con un palo de golf nuevo y yo no entiendo para qué, porque aquí en Charallave ni siquiera hay campo de golf. Además, ya que estamos aquí en confianza, la semana pasada vino su hijo y estaba mucho más flaquito que antes, y no, no es que esté haciendo ejercicio, es que ese señor tiene a todo el mundo pasando hambre, ¿pero él? divino y comiendo en los mejores sitios. Qué de lo último, eso es lo que probablemente nos espera a nosotros… y peor” añadió Mendoza sobre las actitudes de Gutiérrez.

Por su parte, el señor Gutiérrez también nos dio su declaración de los hechos, donde asegura que la familia todo lo puede, todo lo soporta y todo lo perdona, o por lo menos así es el caso de su esposa, que a pesar que él tiene 2 hijos por fuera aún lo deja dormir en la misma cama: “A mí me gusta la unión, cuando creé esta empresa solo pensaba en que quería que se convirtiera en una familia, nadie me ha preguntado pero yo crecí dentro de una familia disfuncional y pensé que esto me ayudaría. ¿Terapia? Para qué, si puedo abusar psicológicamente de mis empleados como lo hago con mis hijos y sin pagar 10 dólares la consulta. No sé de qué tanto se quejan, hasta regalo un bono mensual de la cantidad de (2) besos por ser el empleado del mes, la chica del Departamento de Recursos Humanos tiene 7 meses arrasando. ¿Que los tengo pasando hambre? Eso es totalmente falso, aquí nadie está pasando hambre; o por lo menos yo no, no ves como estoy todo gordito, jeje”, finalizó Mendoza, con una sonrisa de Jorge Rodríguez en la cara porque sabe que igual nadie va a renunciar por falta de empleos en la ciudad. 

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