Le pidieron que llevara caña, llevó Arizona y convirtió la rumba en una tarde de té

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Le pidieron que llevara caña, llevó Arizona y convirtió la rumba en una tarde de té

El joven Eduardo Villasmil cambió el rumbo de una fiesta cuando sus amigos lo mandaron a la tienda a comprar alcohol. Al ver lo bonitas que eran las latas de té Arizona pensó que sería algún vodka exótico y las llevó a la rumba, que rápidamente se convirtió en una agradable tarde del té. 

Mientras degustaba una Arizona de mango con sus compañeros, Villamizar explicaba lo sucedido: “Pensaba que era alcohol y fue algo mucho mejor, las arizonas son deliciosos tés y jugos por lo que en vez de perrear empezó una clásica tarde del té y galletas, conversamos sobre la influencia de la compañía Guipuzcoana en la región, del legado artístico de Reverón y de cómo una reforma en la normativa portuaria en Irlanda del Norte podría regular la sobrepoblación de bacalao en Europa, no sabemos nada de esos temas pero sin duda nos hacen ver más elegantes así como esta espectacular lata”, concluyó el comensal mientras repartía sombreros de copa a los demás asistentes. 

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