Después de que un motorizado le rompiera descaradamente el espejo retrovisor, Héctor Jiménez, conductor particular de 34 años, se imaginó como hubiese sido entrarle a golpes al grupo de motorizados que lo rodearon y amenazaron justo después del suceso, el cual evidentemente no fue culpa suya. «Apenas me revienta el retrovisor me bajo del carro y me lanzo encima del degenerado ese» fue lo que le hubiese encantando hacer al conductor de un Renault Fuego del año 86.

Jiménez aprovechó la oportunidad para darle rienda suelta a su creatividad y dar más detalles de su fantasía. «Justo en ese momento llegan como 15 motorizados armados y me rodean… tal vez son como 50» aseguró Jiménez, quien en su cabeza hubiese evitado su inminente linchamiento. «Le entro a patadas a cada uno de ellos y los dejo en el piso pidiendo perdón, demostrándole a todos en el lugar mis habilidades en las artes marciales… incluyendo una jeva en un Twingo que está demasiado buena» afirmó antes de explicar que en la realidad sólo había llegado a cinta amarilla cuando tenía 12 años.

Finalmente los peores miedos de la mente de Jiménez se confirmarían cuando el motorizado con el que había tenido percance sacaba una pistola y lo apuntaba mientras yacía herido en el piso. «Yo me volteo rápidamente, saco una 9mm que tengo en el tobillo y lo meto un tiro en la frente» cuenta mientras simulaba una pistola con sus dedos. «Finalmente me acerco a él, le saco de la cartera justamente el dinero que me cuesta el retrovisor, me monto en mi Ferrari y me voy con la jeva del Twingo» concluyó el conductor.

Jiménez aseguró que la hermosa mujer que se imaginó en la historia del motorizado apareció esa misma noche en otro tipo de fantasía. El Chigüire Bipolar no quiso saber nada al respecto.

OS.