Mucho tiempo de reposar en talleres, búsquedas fallidas de repuestos y mecánicos que matearon sus servicios, le ayudó al Camry de la familia Urdaneta a entender que debía hacer con su tiempo libre y por eso aprendió a taxear para costearse su mantenimiento. 

El Camry, conocido por sus dueños como “Ese Carro de Mierda”, aseguró estar preparado para asumir sus gastos: “Mira, la situación está como el Metro en hora pico, cada vez más apretada. Por eso tengo que salir a la calle a rebuscarme taxeando de noche para mantener mis gastos. Por primera vez puedo decir que me puedo pagar un cambio de aceite o el arreglo del radiador que me fallaba todo el tiempo. La verdad es que me gusta mi trabajo porque puedo hablar de política con los clientes, contarles todas mis anécdotas graciosas y hasta confesarles mis problemas sentimentales que tuve con la Murano del vecino”, respondió el Camry mientras pedía que le pegaran con una calcomanía de Calvin.