Un momento extraño se vivió en la reciente ceremonia de los Premios Oscar cuando la señora Sabina Andrade, ganadora al premio a la Mejor Película por toda una historia de infidelidad que se inventó en su mente, no supo si incluir o no a su marido en la lista de agradecimientos que sacó al momento de recibir su estatuilla. El bochornoso silencio fue interrumpido por la música de la orquesta, que hizo que la señora Sabina, la primera venezolana ganadora de este prestigiosísimo premio, bajara sin poder terminar su discurso.