En una hermosa fiesta democrática, en la que participaron alrededor de 15 millones de electores, el pueblo venezolano decidió tajadamente seguir siendo un país tercermundista.

“Estoy orgulloso de mi pueblo, que decidió seguir teniendo apagones y crimen desbordado” exclamó Ramiro Ojeda, mientras echaba cuatro tiros al aire. “Pero en verdad nada de eso importa, porque el Gobierno te da una nevera, una lavadora y una cocina. Esas no aguantan balas, pero no importa, mantienen a los alimentos escaseados fríos y frescos. Lo bueno es que con esta victoria me voy a quedar tranquilo en Caracas, y lo digo literalmente porque no me voy a poder mover. En cualquier momento termina de colapsar el Metro y no creo que terminen las obras de transporte urbano este año. Pero no debemos preocuparnos, porque cuando vengan las próximas elecciones 2019, seguro se apurarán a matear las obras incompletas y nos prometerán otras nuevas.” Comentó Ojeda al momento de admirar los edificios incompletos de Misión Vivienda Venezuela.

Como parte de la entrevista estaba planeado entrevistar a Agustín Ojeda, hermano de Ramiro, pero según nos explicó, había muerto la mañana de hoy cuando intentaron robarle su celular. “¿Agustín? No chico, ese se murió esta mañana. Le querían quitar el teléfono y se negó, pero nada, eso le pasa por güevón.”